sábado, 11 de enero de 2014

De pendejada en pendejada....


Tiroteo en Plaza Venezuela
Se cae en cualquier esquina…
Cualquier lugar…Cualquier momento..


“Ahorita están alborotados otra vez. Se los digo compañeros campesinos, compañeros militares, se alborotaron otra vez en su locura, aquí y fuera de nuestras fronteras. Tengo información de que están alborotados”, indicó el Primer Mandatario desde el estado Cojedes. En este sentido, el Presidente le pidió a todo el pueblo venezolano y a los militares del país que "estén pendientes y alerta ante cualquier intento de sectores adversos al Gobierno que pueda alterar la paz nacional.”

Por supuesto que esta es otra de esas “pendejadas” que  el “ilegítimo” lanza en cada aparición, esas  “espontaneidades”  torpes que siguen nutriendo esta imagen  lastimera y profundamente  ridícula. Habría que aclararle que no estamos “Alborotados”. Que seguimos cada vez más consistentes en nuestra posición de lucha. Que  lo más cercano a  la definición de ese verbo, alborotar, desde el Larouse es: “inquietar, alterar, desordenar, perturbar, conmover, amotinar, sublevar, revolucionar, causar alboroto”. 

Y cada definición  enseña a un Diosdado, un Jaua, una Varela, cualquiera de ellos y por supuesto el mismo “ilegítimo”. Basta ver el día de hoy…además de los asesinatos que desmienten también  las repetidas intentonas de detener  la inseguridad, dos tiroteos se sucedieron con sus trágicos resultados en Ruiz Pineda y Plaza Venezuela, en cualquier lugar te matan, en un carro  , en una calle, en una arepera, en tu casa, en una camionetica, a tiros o a cuchilladas o a golpes. 

Hay como un deleite, una locura desbordada, indetenible. Nosotros somos otra cosa, y necesitamos demostrar  eso, que somos, como somos, que vamos a hacer y que queremos ser. 

Pero “alborotados”, no. Eso son ustedes, los del “cartel”. Perversamente alborotados. 

Desde que  el difunto , después de tratar de asesinar al Presidente Constitucional y a toda su familia, llegó al poder, el discurso de odio, de venganza, de división, de incitación a la agresión y a la violencia, infectaron   el ánimo  y colmaron de desgracias  el corazón de Venezuela.  

Estamos cada vez más cerca de lograr  lo que queremos… Sería bueno que el ilegítimo fuera buscando la palabra justa para definirnos.

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ISA DOBLES