martes, 22 de octubre de 2013

“Prepárese, San Pedro:¡Vengo a hacer vibrar el cielo”!


 ¡“Prepárese, San Pedro:¡vengo a hacer vibrar el cielo”!
Y entró......
Yo no recuerdo cuando ni como lo conocí. Creo que lo conocía sin conocerlo. Pero la primera vez que nos encontramos en una cita acordada, fue  en el Centro Médico y muy casualmente.
Entonces me  invitó a trabajar con él en la Televisora  Nacional donde ya se había  instalado como director. Tuvo uno de esos gestos que lo caracterizaban.
Me llamó el primer día que  yo visitaba el Canal:  “Mira, Isa, te voy a buscar. Porque  eso no es  fácil de llegar. Es uno de los problemas del Canal 5”.
Y era verdad. Pero Oscar me motivó  además, con su confianza: “Yo no te voy a decir a ti que  puedes hacer. Yo sé que  tu  vas a crear algo bueno, ¡Y mira que lo necesitamos!”

“Isa y yo trabajamos juntos en la Televisora Nacional en la época Caldera uno. Allí, Isa aglutinó una serie de muchachos y muchachas que se iniciaban en  la profesión y formó el famoso “noticiero para las generaciones futuras”, en donde con un concepto nuevo de periodismo se enganchó a la gente joven en el difícil  mundo de la  noticia. Pero además Isa, quien suele vibrar las 24 horas del día, lanzó al aire una cuña que hizo historia. A partir de las nueve o diez de la noche salía un reloj con la hora exacta y la voz del locutor preguntaba en off: ¿“Sabes dónde está tu hijo”? Mucha gente me atribuyó a mí esa cuña. Pero no era mía. Era de Isa”.

Nunca pretendió usurpar espacios o letras ajenas, era generoso y entusiasta. Tuvimos nuestras diferencias,  una vez por apreciaciones políticas que en su momento  nos alejaron. Un día nos encontramos y sin decirnos palabra corrimos a abrazarnos.: Me era muy difícil no tenerlo cerca. Inteligente, agudo,  simpático, reportero en el alma y la curiosidad. Una vez se me ocurrió  hacer un documental del Mariscal Sucre y  cuando Don Germán Arciniegas,  entonces Embajador de Colombia, comenzó  sobre el mapa desplegado en el suelo a descifrar lo riesgoso de la ruta, arrodillados los tres en el suelo, Oscar  se volvió donde mí y me pregunto: “¿Tú no estás muy chiquita  para  esta aventura”?  Y cuando de regreso con  lo filmado vio que no había exagerado en su preocupación,  lo reconoció solidario.

Una noche, en mi programa “Reencuentro de Medianoche”, Oscar dijo algo que grabé en mi corazón: ”Ella  no se ha desprendido nunca de la ropa que la ha cubierto desde chiquita: en lo que haga, Isa es periodista”.

Y como hago yo para  escribir algo sobre su inesperado adiós que no me haga  quedar mal?... Lo que siento.

Te acabas de ir y ya te extraño, Oscar.

1 comentario:

Gracias por tu Comentario.

ISA DOBLES