sábado, 30 de marzo de 2013

¡Casi quince años de traición a este pueblo que creyó y fue engañado una y otra vez!

¿Está allí el cuerpo del líder Castro comunista venezolano? Quien puede asegurarlo? ¿Quién puede responder aspirando a ser creído que en ese ataúd está embalsamado o no? En este propósito de martirologio para convertirlo en “santo”, para seguir utilizándolo como instrumento vital tras la pobrísima imagen Madurista, se ha enredado de historia y hoy nadie puede creerle al gobierno, ni los propios chavistas , gente común, de a pié, no las bandas delictivas o motorizados uniformados o revoltosos, o los funcionarios cómplices que desdicen del discurso rojo rojito chocando borrachos en una carretera durante la ley seca, o insultando a los que pagan el crudo de contado calladitos y gritan e insultan tras la pantalla, los escoltas armados y la mentira.

Comparto con ustedes parte de este artículo que habla por muchos venezolanos:

Bernard-Henry Lewis

“Lo que menos se conoce, algo que lamentaremos haber pasado por alto en la medida en que el culto póstumo de Chávez se inflama y se vuelve cada vez más tóxico, es que este "socialista del Siglo XXI", este supuesto "defensor incansable de los derechos humanos", gobernó sofocando a los medios, clausurando canales de televisión que le eran adversos y prohibiendo a la oposición el acceso a las fuentes noticiosas estatales.

Lo que menos se conoce, o no mencionan deliberadamente los que pretenden convertir a Chávez en una fuente de inspiración para una izquierda sin aliento, es que este líder maravilloso, aparentemente tan preocupado por los trabajadores y sus derechos, toleraba los sindicatos solamente si eran oficialistas. Permitía las huelgas solamente si las controlaba u orquestaba el régimen. Y, hasta el final, persiguió, criminalizó y mandó a la cárcel a sindicalistas independientes quienes, como Rubén González, el representante de los trabajadores mineros agrupados en Ferrominera, no esperaron que el bolivianismo se materializara para exigir condiciones de trabajo dignas, protección contra los accidentes laborales y salarios justos.

Que Chávez, el hombre, descanse en paz. Pero hacer creer que el saldo del chavismo ha sido positivo es un insulto para el pueblo venezolano.”

¡Y ya está bien! ¡Casi quince años de traición a este pueblo que creyó y fue engañado una y otra vez!

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ISA DOBLES