miércoles, 29 de agosto de 2012

Hugo Chávez sabe que bajó el telón. Que se acabó. “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”

¡Otra cadena! Esta mente fuera de control, estos lacayos arrodillados ante el poder, pobres diablos que nunca habían tenido brillo alguno y no pueden ser más que lo que son, serviles y ciegos ante la tragedia de una Venezuela destruida física y moralmente, desesperados hoy ante la posibilidad cierta de volver a la cueva de su propia mediocridad, ahora pervertidos por un discurso permisivo, fantasioso y cruelmente canalla.

“Menos mal que está esta revolución", dijo Chávez, al volver a criticar a los gobiernos que le precedieron, al igual que los medios de comunicación privados y la oposición, de la que, dijo, "dispara sus chorros de indignidad contra el fuego patrio".

¡Que vaina más fastidiosa, más fuera de tiempo! Palabras vacías, frases engoladas remontadas a sus complejos de grandeza y sus miedos. Hoy está tragando grueso y no puede parar.

“Se me ha ocurrido que allí donde estaba el Destacamento 44, levantemos un monumento a los mártires civiles y militares porque eso fue como una bomba atómica", señaló el mandatario desde la sede de Gobierno en Caracas en su mensaje.

Ya cuando el desastre de Vargas, comenzando este gobierno y esta racha de infortunios para Venezuela, había propuesto cursi, fuera de tiempo. Que se hiciera un “campo santo” en el lugar. Estaba entonces flaco, apenas asumiendo lo que estaba viviendo que una Venezuela agobiada de promesas incumplidas y debilidades, puso confiadamente en sus manos para ser traicionada y herida en lo más íntimo de su alma. Inculto, con la precipitación del subordinado que obedece sin protestar, llena el alma de envidia y una personalidad de graves desórdenes afectando la convulsa psiquis, consentido también por una Fortuna que se durmió por instantes para dejarlo, a costa de un País bueno, degradarse tratando de ser sin lograrlo, el Bolívar del siglo XXI. Ofensa tras ofensa, agravios tras agravios, insultos tras insultos, locura tras locura. Pero ya basta! Los venezolanos hemos sido fáciles de herir…. pero siempre cuando nos una tiranía nos abate, luchamos por la libertad, nos hacemos fuertes en las crisis. Y nunca habíamos vivido esto, tanta perversidad. Hoy aprietan el cerco del silencio. No se sabrá sino la mentira de ellos. Pero hemos crecido. Hemos aprendido. Nos hemos ajustado a las realidades de cada día. Y esto está en nuestras manos sin armas. Sin caminar arrodillados. Sin esperar regalos que compren conciencias. Sin monumentos vacíos. Hugo Chávez sabe que bajó el telón. Que se acabó. “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”. Hay muchos muertos, muchas traiciones, mucho mal… Catorce años de lo que parecía una maldición…muchas deudas de dolor, de muerte, de lágrimas.

Faltan 38 días para el 7 de octubre…

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ISA DOBLES