jueves, 9 de agosto de 2012

¡Felices 84 de Simón a la Venezuela que lo lleva en el corazón!

Simón Díaz cumplió sus 84 sin saberlo…Pero trabajó su vida de manera que los años no importaran. Porque Simón es un sembrador y cuando se siembra, como está él sembrado en el corazón del mundo, lo que importa es la cosecha. Escojo al azar algo de lo que compartimos en mi libro “Biografías Imborrables”. Porque eso es Simón: en cualquier página de su vida está el mismito de siempre: el venezolano hermoso, generoso, mágico. Auténtico:

“Esto que te estoy contando es ya de Simón en Caracas. Yo soy artista, yo soy Simón Díaz. Pero allá todavía llegué a “crooner” Cantante de la orquesta. Ah, por cierto yo vi una vez en un juego de baseball donde estaban jugando Magallanes y Cervecería de Caracas, te cuento esto para que veas lo anecdótico de la personalidad del cervecero, llega Guillermo Vento y dá un Rolling por tercera, eso fue por el año 54, 53, por ahí.. Pero le da un pelotazo a Pipita al que era el tercera base del Magallanes y lo priva! Lo tuvieron que sacar en “silla de amigos”. Entonces sacaron a Pipita y pusieron a un flaco alto que llegó de Oriente. Y ese flaco alto más nunca dejó la posición, que se llama camaleón García. Exactamente me pasó a mí. Yo de acomodador de los atriles, de las sillas y del sistema de sonido de la orquesta Siboney, de alpargatas, y además, me faltaban estos dos dientes de adelante. Pero yo había demostrado algo, quizás cantando coro y tocando maracas. Yo tenía algo de l o que se percató el director de la orquesta”;

Isa: Perdóname la pregunta, Simón. Porque yo no quisiera recordarte nada triste. ¿Cómo perdiste tu esos dos dientes?”;

“Si te digo de un golpe, es mentira. Los perdí porque se me echaron a perder. Falta de calcio, lo mismo que te estuve hablando al principio la carestía, la alimentación mala, cosas que todavía se ven mucho Fíjate que hoy en día mi hijos son algunos centímetros más altos que yo, la comida, la alimentación nueva y mejor balanceada dan resultados en el crecimiento del muchacho. ¿Tú sabes que cuando yo nací a mí no me daban tetero sino me daban un topocho? Mi madrina llegaba a preguntar. No como cualquier madrina “¿Ya el niño se tomó el tetero”? No! Ella decía: “el niño se tomó el topocho, un topocho madurito, negrito.”.-

Isa: Y tú te lo sorbías”….  “ Le quitaba el piquito y lo ponía como un tetero.. un hombre criado con topocho”….

Simón Díaz. Que es decir Venezuela, la merecida, la de la palabra de honor que se cumple y la que contesta cuando toca la puerta de otro, “gente de paz”. La ternura, la compasión, el modelo a seguir para encontrarnos y abrazarnos y mirarnos a los ojos y suspirar de gozo. Felices 84 de Simón a la Venezuela que lo lleva en el corazón!

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ISA DOBLES