lunes, 9 de julio de 2012

Que falta hace esa Venezuela linda y creativa.

Yo empecé tarde en la televisión. Tenía 37 años. Ahora miro hacia atrás y todo lo recorrido en los otros tantos años vividos se resumen a agotadores 81. Había vivido por muchos años  en Costa Rica donde me casé y nacieron mis tres hijos, estudiado periodismo dando saltos de uno a otro país, hasta casarme  con mi mejor amigo de toda la vida, Álvaro Dobles y tener tres hijos que amo. Contratado por el Banco Interamericano de Desarrollo, Álvaro, arquitecto, fue trasladado a Washington donde  llegué a la Embajada de Venezuela siendo Embajador ese  venezolano increíble que  es Enrique Tejera. Desde allí, al frente del Departamento de Prensa, escribía ya para Momento, cuyo corrector era Gabriel García Márquez. Rodeada de hombres importantes, luchadores, fui aprendiendo como el periodismo se nutre de lo que te aportan hombres así: Luis Beltrán, Andrés Eloy, mi padre, Alejandro Oropeza, Raúl Leoni, Don Rómulo Gallegos, Juan Bosh, Manuel Pérez Guerrero…Imposible no exigirse mucho con ellos alrededor. Y que el periodismo es curiosidad inagotable, interés profundo, respeto y dignidad. Todo eso lo llevaba yo conmigo cuando llegué a la tv con un programita norteamericano adaptado a nuestra personalidad: “ La Media Naranja”. Fue un éxito desde su primera noche. Radio Caracas Tv me dio alas. Mi serie de documentales históricos se inició con “Bolívar, Vigencia Americana” en los papeles de Sucre y Bolívar, José Ignacio Cabrujas y  Miguel Ángel Landa. Ya no me detuve. Pero el País cambiaba, la gente exigía, había que ponerle corazón y garras a la pantalla. Y los periodistas necesitaban establecer esa interconexión  que urgía la ansiedad de una Venezuela que ya no se quería quedar callada. “Venezuela Vibra”, “Operación Contacto”, “Nosotros, Venezuela”. Pero también, “Mi Compromiso es Venezuela.” Lo nuestro, lo hermoso, lo que nadie puede quitarnos, los personajes, los ídolos, los héroes, la historia, el país. La música, las regiones. Y todo eso nos hace falta hoy. Más que nunca. La clase…Esa foto es de un programa de “Mi Compromiso es Venezuela” en su serie: “Ídolos frente a frente”. Allí en el Oriente llevamos a  Berta Vargas y sus muñecas desde Cerezal y también a Alfredo Sadel desde Araya. Eso nos hace falta. Que nos llenen el alma de la Venezuela de todos colores, que dejen cantar a su tierra con buen gusto y sin mezquindades, que Simón  sea pasado de boca en boca  en la ternura  maltratada de dolorosas ausencias y Connie Méndez la enseñen voces limpias de angustias y pesares y Lauro sea reconocido en su vals y Eduardo Serrano en su merengue sabroso, y el cuatro de Hernán Gamboa vuele en un “pajarillo” audaz y Doris Hernández  nos regale una tonada  en su  dulzura de tonada íntima. Que falta hace esa Venezuela linda, creativa, callada por las botas, las armas, los desfiles robotizados y la obsesión de poder que pisotea iracunda la emoción de querer!

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ISA DOBLES