lunes, 11 de junio de 2012

Un domingo de Libertad

Salimos tempranito. Juan José Bartoloméo y yo volvimos a estar juntos, esta vez ante la responsabilidad impuesta por  el voluntariado para  “animar” desde una tarima en la Plaza Morelos a los amigos que desde allí arrancaban para la inscripción de Henrique Capriles  en el CNE. 
Yo nunca he sido una  experta en esas cosas.  Pero  me reté a mí misma, a mi columna, mis rodillas, mis ochenta y un años y “obedecí” a Kiko, que rodeado de  voluntarios, me había designado.  Primero me mandó al Paraíso. Yo iba a ir donde me mandara porque era ya una cuestión conmigo misma: si esta lucha y este amor por mi país  ha sido   durante   más de medio siglo mi pasión, pa´lante, pues! Capriles  me ofrece  todo lo que yo he querido  toda mi vida para  una Venezuela en inconclusa y desgarradora búsqueda de su destino democrático. ¿Qué es un esfuercito más? Hay que decir “presente”.  Y   allá llegamos! Bajo los árboles  generosos escampamos. Ya se decía que los “santeros” trabajaban  para que lloviera. Pero todos  estábamos seguros que San Isidro podía más que brujerías o  caracoles mal intencionados y aceptamos aquello como si más bien  esas gotas  fueran lágrimas de arrepentimiento de los culpables que las convocaron. Mojados, emocionados, con amigos reencontrados y  gente sabrosa y solidaria,  gozamos el momento. Organizada, maravillosa demostración del sentimiento nacional, de esa voluntad popular que sin miedo rechaza este absurdo. La noche anterior un Chávez congestionado de rabia, de impotencia, tal vez presintiendo esa imagen contundente de hoy, me había impresionado.  El hermetismo rodea  su inscripción. Nada será como lo de este domingo. Que sentó una pauta de transparencia y alegría desbordada. Veremos! Aquí está la foto  mojados y  cumpliendo con la lucha!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu Comentario.

ISA DOBLES