viernes, 6 de agosto de 2010

¿Qué es esta “guachafita”?

¿Qué es esta “guachafita”? La ruptura de relaciones con Colombia, las denuncias, los gravísimos resultados de estos hechos en las economías del comercio bilateral, todo lo que acarrean estos exabruptos demenciales de Hugo Chávez, se “pelotean” irresponsablemente de aquí para allá entre los “socios” del proyecto revolucionario. ¡A Unasur! ¡Allí el secretario general es Nestor Kichsner y no habrá problemas, se condenará a Colombia”! Pero el “pana” Kichsner no va… ¿Evitan complicarse más con este “comandante” que a todas vistas comete error tras error exponiendo todo y a todos? ¿O es una estrategia? Es un fracaso Unasur. Obvio. Lastimero.
Y el mismo grupo decide entonces que no, que será en MERCOSUR. Pero no les conviene allí, no es el mismo fundo. ¡Y otra vez a Unasur! Dándose tiempo para que Juan Manuel Santos tome el poder en la seguridad absoluta que todo se dará: el mono Jojoy conseguirá entrevistarse con Santos, finalmente la reunión con el que “rompió” se dará en cualquier parte con el nuevo Presidente, pasamos la página y ya! Pasan la pelota a Santos. ¿Y Colombia? Porque el triunfo electoral fue el resultado del rechazo a Chávez y su cercanía a las FARC, sus insultos a Colombia en la figura de Uribe que todavía hoy goza de una amplísima popularidad. Si Juan Manuel Santos es consecuente con la conducta que le permitió acceder a esos votos, será una cuesta difícil para Chávez y sus maniobras. Y si no, un Continente y un pueblo que esperan esa lealtad y decisiones que detengan esta barbarie, esta hipocresía que carcome la democracia, se sentirán nuevamente despojados de cualquier esperanza.
Esta locura es difícil de entender: el fiscal ecuatoriano sigue exigiendo la extradición del nuevo presidente colombiano. Correa aceptó ya asistir a su toma de posesión. Mientras aplaude y cene con el recién estrenado mandatario, el mundo se preguntará entre divertido y asombrado: “¿Y esto? ¿Es que la locura es una exigencia para gobernar en la revolución? ¿Qué capítulo es este?
Y Lula, el inefable Lula, el mismito que declaró que al presidente de Irán había que tratarlo como él trata a Chávez, como un loco, viene a Venezuela a “reconciliar a Colombia y Venezuela”. En el proyecto político que comparten les conviene que Hugo Chávez fortalezca a Lula y haga concesiones. Pero una cosa es lo que “conviene” y otra la que decide en esa mente psicopática y fantasiosa. A todas estas, con tantos atropellos y desaciertos a cada instante, con tanto cinismo y mentiras, la guerra que “planificaba” Chávez y que se haría efectiva antes del 7, corre en su tiempo. ¿”Vapores de su fantasía”?
Esto no es un pleito personal como dice Lula ni siquiera si están o no los guerrilleros aquí o allá. Son dos criterios, dos corrientes humanas y políticas enfrentadas bajo este montaje sombrío: una, democrática y libre... Otra, chavista socialista “del siglo XXI”, que es toda esa confusión y locura dictatorial primitiva que tiene este hombre en su cabeza. Y se juega el destino de un continente todavía en intensa y desgarradora búsqueda. La cita es el 26 de septiembre.

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ISA DOBLES