martes, 11 de mayo de 2010

Un Hitler tropical decadente, y unas Fuerzas Armadas que avergüenzan

Espero que lo hayan entendido. Según sus propias informaciones, el llamado “fue acatado por el 38% de los inscritos”.
Hicieron llamados, convocaron apelando al patriotismo, a la revolución y hasta uno se acordó de la Virgen. O sea, que si fuera cierto que esos numeritos eran ciertos, un 62% de su gente dijo “NO”! Y es una señal contundente. Cilia Flores, siguió ratificando “las bases se expresaron”. Y el 62% que no asistió que son en el Partido PSUV? La cadena de mentiras se desborda una sobre otra.


¿Ustedes recuerdan cuando Chávez aseguraba que veinte millones de personas lo habían devuelto al poder después de la masacre de Miraflores? Y después que diez millones de votos decidirían a su favor. Esta vez fueron más comedidos… Casi siete millones Lo anunciaban una y otra vez en medios, pancartas, carteleras y paredes… Y allí está lo que terminan aceptando que debe ser alrededor de millón y medio realmente.

Porque es que Venezuela no es así, esto no somos nosotros. Y el “depredador” de conciencias, Mario Silva, volvió a recibir lo que se merece de este pueblo: el más rotundo rechazo del sector de El Valle en Caracas. Como fue en Valencia. Porque es demasiado “sucio”, más de lo que se puede aguantar.

Los reclamos entre ellos mismos, los ventajismos de algunos candidatos, sazonaron la “gesta revolucionaria”. Muchos, presionados con las amenazas de costumbre, lo confesaban aquí y allá. ¿Que mensaje están enviando los chavistas que no fueron a votar? Eso tiene que tener a Chávez iracundo, fuera de sí .Pero es que ya esta farsa ridícula, violenta, dictatorial, se hizo insoportable en lo más adolorido del espíritu venezolano. Las milicias adolescentes, la bolivariana entrenando hasta mujeres más allá de los cincuenta, emulada por un instructor gritándole: “¡Mata a esos gringos!” mientras la voraz arremetida de la inseguridad pública ofrece la gama más espantosa de “estilos” de matar: Acuchillar, descuartizar, golpear a batazos, ejecutar, secuestrar… No hay límites para la convocatoria delictual en el discurso diario. Y mataron a un gringo. Un misionero con 14 años trabajando en Venezuela… Se paga por aprender a odiar y a matar.

La olla podrida de la corrupción tiene a Venezuela en titulares del mundo, nos alineamos con terroristas y dictadores y les ponemos en las manos copias de una espada “y que de bolívar” que no vale nada. El jueguito de la guerra en la mente enloquecida de un psicopático. Lo que muestran los argentinos en un extenso documental sobre Chávez al que han paseado por sus programas más importantes, asusta, aterroriza. Un Hitler tropical decadente, fuera de tiempo, irresponsable y fanfarrón… Y unas Fuerzas Armadas que avergüenzan en su complicidad histórica.

Pero Venezuela se hace sentir… somos los únicos obligados a actuar. Y entonces… ¡Que lección para los canallas y los serviles! El “Bravo Pueblo”… ese mismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu Comentario.

ISA DOBLES